Thomas Cook, el agente de viajes más antiguo del mundo con 178 años de historia, anuncia de manera repentina su bancarrota. La compañía deja 21.000 puestos de trabajo en el aire, 9.000 en Reino Unido. Además, abandona a alrededor de 600.000 turistas, clientes, por el mundo. Sin contar todos aquellos que ya habían reservado sus futuras vacaciones con la compañía.
La empresa inglesa ofertaba paquetes vacacionales y poseía una flota de 105 aviones y 200 hoteles y complejos hoteleros bajo su marca. Uno de los mercados clave de Thomas Cook era España, que a priori será el país más afectado.
La empresa anunció la quiebra en la madrugada del 23 de septiembre, tras mantener reuniones de carácter urgente este domingo con el objetivo de conseguir 200 millones de libras para tratar de solventar la situación. Muchos se sorprenden de que el gobierno británico no rescatase a la compañía teniendo en cuenta sus dimensiones y la cantidad de puestos de trabajo que dependen de la misma.
En realidad, la compañía acumulaba malos resultados en los últimos ejercicios, así como una gran deuda que no hacía más que aumentar. Y al no conseguir esos 200 millones de libras, se vio abocada a quebrar. ¿Pero qué hay detrás de todo esto en realidad? ¿Qué consecuencias acarreará?
Los inicios de Thomas Cook
Thomas Cook arrancó su andanza en el turismo en 1841, cuando organizó su primera excursión desde Leicester hasta Loughborough con motivo de un evento anti-alcohol (al que se consideraba culpable de los problemas de aquella sociedad). En sus inicios se centraba en las excursiones de un día, y no fue hasta 1845 que comenzó a organizar viajes con ánimo de lucro. El primero consistió en un viaje a Liverpool desde Leicester, Nottingham y Derby. Para dicha experiencia Cook elaboró pequeños libros de mano que serían los precedentes de la guía turística.
En 1865 la compañía abrió sus primeras oficinas en Fleet-Street, Londres. Un año después organizan su primer tour a América, y en el 1869 organizarían viajes a Egipto y Palestina. El primer crucero de la compañía zarparía a aguas escandinavas en 1875, y en 1896 Thomas Cook & Son es nombrado Agente de Pasajeros Oficial para los primeros Juegos Olímpicos modernos en Atenas.
Ya en el siglo XX la compañía continuó creciendo. En 1922 la compañía oferta el primer tour guiado por África y 5 años después organiza su primer viaje aéreo, entre Nueva York y Chicago, con motivo de presenciar el combate de boxeo de pesos pesados entre Dempsey y Tunney.
Tras la Segunda Guerra Mundial la compañía pasa a ser parte del estado bajo el “British Transport Holding Company” para sobrevivir. En 1965 supera el millón de libras en ganancias y es privatizada en 1972, fecha en la que podríamos considerar que da comienzo su nueva era hasta la actualidad.
Los motivos de la quiebra y algunas de sus consecuencias
Una fusión desastrosa cuyos efectos se han arrastrado hasta la actualidad. En 2007 Thomas Cook se fusiono con la compañía MyTravel, más conocida por sus marcas comerciales Airtours y Going Places. El objetivo de esta fusión era crear una gigantesca y puntera compañía europea de turismo que generase un ahorro de 75 millones de libras al año para la empresa. Mediante la fusión se pretendía también plantar cara a los nuevos negocios emergentes en internet. Lo que en realidad ocurrió fue que Thomas Cook se fusionó con una empresa que no generaba beneficios y que dejó a los británicos con una importante deuda a sus espaldas.
Puede que la quiebra del buque insignia del turismo británico significase que los ciudadanos cada vez viajasen menos, y que el sector estuviese envuelto en una tendencia descendente. Pero no es el caso: el turismo no hace más que aumentar, aunque las tendencias cambian. Según The Guardian, un 60% de la población de Reino Unido disfrutó de vacaciones en el extranjero en 2018, un 3% más que el año anterior.
Lo que ocurre es que los patrones han cambiado. Las largas vacaciones a destinos de playa ya no son tan populares. Estancias más cortas en ciudades aumentan en popularidad. ¿Quién se beneficia de esto sino las grandes compañías turísticas? Quizá no sea necesario mencionarlas, pero son compañías como Airbnb, Booking, EasyJet o Ryanair. Porque a esto tenemos que añadirle el factor internet. Las cuatro compañías previamente mencionadas reciben todas sus reservas online, mientras que Thomas Cook disponía de 560 oficinas dedicadas a ventas de packs vacacionales. Según publica The Guardian, tan solo 1 de cada 7 personas acude a establecimientos físicos para reservar sus vacaciones, y aquellos que lo hacen por lo general tienen más de 65 años y pertenecen a grupos socioeconómicos bajos.
Fuente: Statista
En los últimos años otros factores como el cambio climático (debido a un aumento de las temperaturas en R.U.) o el Brexit (por la devaluación de la libra) también han afectado a la compañía. Pero son factores secundarios.
En 2011 la compañía estuvo a punto de colapsar, al acumular deudas por más de mil millones de libras. Pero recibió una inyección urgente de capital, que se transformó en una deuda mayor. Desde 2011, más de un cuarto de los ingresos por ventas de la compañía eran destinados a subsanar la deuda.
La gota que colmó el vaso fue el fallido plan de reestructuración publicado por la compañía el pasado mes de agosto. Dicho plan incluía, entre otras cosas, una inyección de 450 millones de libras por parte de Fosum, grupo chino accionista de Thomas Cook.
El impacto de la quiebra del grupo para la economía aún esta por concretar, más allá de los 21.000 empleos que ya citamos. Las deudas al sector hostelero son millonarias, ya que por lo general estos pagos se realizan en plazos de 90 días, y ahora mismo incluyen las estancias de Junio Julio y Agosto. Con especial impacto en las islas Canarias y Baleares. Las Islas también sufrirán un problema de pérdida de conectividad, ya que en el caso de las Canarias alrededor de un 20% de los turistas extranjeros correspondían a clientes de Thomas Cook, lo cual la erigía como uno de los principales actores de la actividad aérea del archipiélago. Y sin contar con el esfuerzo económico que países como el Reino Unido tendrán que realizar para expatriar a sus ciudadanos y proteger los derechos de los clientes del turoperador.